“50% de descuento solo por facilitar tus datos”, “Sr. X, consigue ya tu Smartphone”, “Tu pedido nº xxxx está a punto de ser entregado”...

Sin embargo, a veces somos nosotros mismos los que las solicitamos, pues somos seguidores de un producto o marca y nos interesan sus actualizaciones. Pero otras, nos llegan ofertas de artículos que ni usamos, ni pensábamos usar. La mayoría de las veces se quedan guardaditos en la carpeta de “spam”, pero los servidores de envíos hacen cada vez mejor su trabajo, consiguiendo que lleguen a nuestra carpeta de Recibidos y acabemos cliqueando en ellos.
El caso es que, a pesar de las continuas amenazas de desaparición, un estudio británico ha demostrado que el 64% de los clicks que se realizan ante estas ofertas, acaban en compra. Un porcentaje de venta bastante más alto que el los anuncios de televisión, radio, gráficas e incluso los banners de Internet. Es por eso que las empresas no solo siguen apostando por ellos, sino que son esenciales en sus estrategias de marketing por encima de otras formas de publicidad más punteras.